El máximo tribunal penal, con las firmas de los jueces Mariano Borinsky, Daniel Petrone y Juan Carlos Gemignani, desestimó los pedidos de las defensas oficiales de Celeste Verónica Moyano y de Damián Maximiliano Sack.
Ambos fueron condenados por un tribunal oral, Moyano a 19 años de prisión y Sack a perpetua por «secuestro extorsivo agravado por el empleo de arma de fuego, por haberse cometido en perjuicio de un menor de dieciocho años de edad y por el número de intervinientes».
Los dos pidieron los beneficios de la libertad condicional y de salidas extraordinarias Matías Berardi fue secuestrado el 28 de septiembre de 2010 por un grupo que lo alojó en una vivienda de la localidad de la localidad bonaerense de Benavídez, donde fue retenido y ocultado.
La víctima consiguió escapar de sus secuestradores, pero fue recapturado y asesinado para evitar que revelara las identidades de los delincuentes.
Los secuestradores exigían inicialmente un rescate de 30 mil pesos.
Sobre Moyano, el tribunal sostuvo que si bien cumplió con el requisito temporal para reclamar las salidas, «la autoridad penitenciaria (U.31) se expidió de manera unánime en sentido negativo y la misma no cuenta con un pronóstico de reinserción social favorable».
Respecto de Sack, quien había pedido una «salida extraordinaria» para conocer al hijo que tuvo con su actual pareja, el tribunal consideró que «no se ha informado ni alegado impedimento alguno en orden a las visitas que podría usufructuar la pareja del condenado- junto con su hijo al establecimiento que alberga al encausado».
«De la entrevista realizada por la división social se desprende que la nombrada manifestó que ella y su niño fueron dados de alta, encontrándose en perfecto estado de salud, por lo que próximamente podrán reunirse intramuros», resume el fallo.
